Utilizar un dispensador de agua es un proceso sencillo que suele implicar los siguientes pasos:
Coloque el dispensador de agua: el primer paso es colocar el dispensador de agua en un lugar conveniente y accesible, como una encimera o una mesa. Asegúrese de que haya suficiente espacio alrededor del dispensador para permitir un fácil acceso a la botella de agua y al dispensador.
Instale la botella de agua: la mayoría de los dispensadores de agua están diseñados para acomodar botellas de agua estándar de 5 galones. Levante con cuidado la botella y colóquela en el dispensador, asegurándose de que esté correctamente asentada y bien sujeta.
Conecte el dispensador a una fuente de energía: la mayoría de los dispensadores de agua funcionan con electricidad y requieren una fuente de energía para funcionar. Enchufe el dispensador a un tomacorriente cercano, asegurándose de que el cable no esté en un lugar donde pueda tropezar o dañarse.
Ajuste la temperatura: la mayoría de los dispensadores de agua tienen opciones de agua fría y caliente. Si prefiere agua a temperatura ambiente, asegúrese de que el dispensador esté configurado en esta opción. Algunos dispensadores también tienen un seguro para niños que debe desbloquearse antes de dispensar agua caliente.
Dispensar el agua: Una vez instalada la botella de agua, conectada la corriente y configurada la temperatura, puede dispensar agua empujando o tirando de la palanca o botón del dispensador. Asegúrese de sostener su taza o recipiente debajo del dispensador para recoger el agua.
Reemplace la botella de agua: Cuando la botella de agua esté vacía, retírela con cuidado del dispensador y reemplácela por una llena. Algunos dispensadores tienen un indicador de nivel de agua que le avisará cuando sea el momento de reemplazar la botella.
Limpiar el dispensador: Limpia periódicamente el dispensador de agua para mantenerlo higiénico y libre de bacterias. Consulte las instrucciones del fabricante para obtener orientación sobre cómo limpiar su dispensador específico.